Rioja Alta y Arnedillo

El puente de la Constitución nos fuimos a dar una vuelta por La Rioja Alta y Arnedillo, así que aquí os dejamos unas fotos y unas pinceladas de lo que hicimos.

Hicimos parada en Haro para comer, tarea complicada un sábado de puente, no encontramos demasiadas alternativas, así que nos tocó regresar al primer sitio dónde habíamos preguntado en la plaza del pueblo. Luego en Logroño nos dijeron que el mejor sitio para ir de tapas en La Rioja era Haro ¿pero dónde? porque la verdad es que los bares no abundaban. Con la tripa bien llena nos fuimos a dar una vuelta por Briones, este pequeño pueblo está bien conservado y tiene unas buenas vistas sobre el rio, la visita más destacada en Briones es el museo del vino.

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Por la tarde nos dirigimos a Logroño, buscando en el GPS el área de autocaravanas nos llevó al lado de las Gaunas, pero ahí lo único que encontramos fue el aparcamiento del estadio, así que nos acercamos más al centro y no tuvimos ningún problema para pernoctar, dormimos en un parking muy céntrico a escasos 50 metros de las cortes regionales, luego dando un paseo vimos otro parking también muy céntrico en el que había varias autocaravanas, por lo que dormir en Logroño no es ningún problema. Una vez acoplados nos fuimos de tapeo por la calle Laurel, una gozada, hay variedad para dar y tomar, algunos bares están especializados en un aperitivo concreto y no tienen más que eso, para nuestro gusto esto son los más recomendables.

Ya de mañanita una paseo por sus calles y la cantidad de comercios bajo los soportales resulto de lo más entretenido, me llamo la atención la cantidad de comercios a la vieja usanza que había, algunos de ellos eran auténticas joyas en si mismos, independientemente del género que allí se podría encontrar.

El objeto principal de nuestra escapa era conocer las termas de Arnedillo, pero de camino allí hicimos una breve parada en Calahorra, una verdadera lástima el estado de conservación, a pesar de tener una judería y unas cloacas romanas, no encontramos nada de interés, fundamentalmente como digo porque todo estaba bastante deteriorado.

Por fin llegamos a Arnedillo, nos encantó este pequeño pueblo. Nada más llegar a mano derecha hay un área de descanso, que normalmente está lleno de autocaravanas, y un poquito más adelante aparece Arnedillo. El pueblo está ubicado en un pequeño circo que forman las montañas que lo rodean. Desde el área de descanso hay unas escaleras que bajan hacia lo que fue la antigua línea del ferrocarril y un poco más abajo nos encontramos ya con el rio Cidacos, a su vera se extiende una senda para hacer un agradable paseo donde nos encontraremos con un viejo molino de aceite perfectamente restaurado y un poco más adelante las pozas.

En estas pozas brotan aguas termales a una temperatura estupenda para bañarse ¡todo el año!, la foto que veis fue tomada un 5 de diciembre para que os hagáis una idea. Según dicen Arnedillo es uno de los tres mejores sitios del mundo para observar buitres, para los que quieran profundizar un poco más, podemos llegar con nuestra autocaravana al centro de interpretación del buitre leonado, también existe otro centro de interpretación del Valle del Alto Cidacos.
Parada obligatoria para comer en Arnedillo es casa Cañas, buena comida, a buen precio, y un sitio que respira historia por todos sus poros.

La siguiente noche la pasamos en Nájera, aquí junto a las piscinas, a la orilla del rio, hay un parking enorme dónde pernoctar, y en la otra orilla encontrareis todo el casco antiguo para visitar sus monumentos y, como no, disfrutar de un magnífico tapeo.

La penúltima etapa fue en Santo Domingo de la Calzada, que estas fechas está atiborrado de gente por el mercado del camino, se trata de un mercado medieval, que si bien ya resultan un poco repetitivos, este es de los más completos que hemos visto por ahí. También hay una feria gastronómica dónde encontrareis productos artesanos de toda la geografía española.

Y ya al final de nuestro viaje nos dirigimos a Ezcaray, es un pueblo encantador al pie de la estación de esquí que lleva su nombre, a pesar de que el tiempo no acompañaba, nos dimos un paseo por la ribera, y pudimos ver la magnífica estampa del puente que cruza por encima de unas aguas que esta época del año llevaban una fuerza tremenda.
Os animamos a todos a descubrir esta tierra, dónde saben cómo acoger al turista.

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